No es sencillo reconocer la Disgrafía en un alumno o en nuestro hijo a simple vista. No tener buena letra no es obligatoriamente un síntoma de la Disgrafía. Los signos y síntomas que presentan los niños con Disgrafía van mucho más allá, por eso se hace necesario consultar con el profesional especializado en el lenguaje, es decir, el Logopeda. Padres y maestros confunden en algunas ocasiones la Disgrafía con la Dislexia, pero mientras que en la primera existe un problema con la escritura, en la segunda el problema es también de lectura.
Para reconocer la Disgrafia debemos en primer lugar ser conscientes de las señales y síntomas que presenta nuestro hijo/alumno. Antes debemos saber que la Disgrafía afecta solo a la escritura y expresión escrita y que está causada por una desconexión cerebral que impide una adecuada recuperación de la información (memoria) para organizar correctamente los pensamientos y convertirlos en escritura y también escribir mal (con letras desiguales, trazos sin unir o sin cerrar, desviación de líneas, desorganización espacial, etc). Además, la memoria de trabajo juega un papel esencial porque depende de ella que el niño represente por escrito la secuencia correcta de una palabra o de una oración.
Sintomas a tener en cuenta para reconocer la Disgrafía:
- El acto de escribir se vuelve difícil, muy lento y desagradable para el niño.
- Sus escritos tiene un aspecto descuidado, desordenado y sucio.
- El niño agarra de forma inadecuada el lápiz y con una fuerza o tensión exagerada. La posición sobre el papel también es inadecuada y forzada.
- No organiza bien sus escritos en el papel. No respeta los márgenes ni los espacios entre líneas.
- La forma de las letras y el espacio entre ellas para formas palabras es desigual e inadecuado.
- Dificultad para escribir siguiendo la linea de izquierda a derecha establecida en nuestro sistema de escritura.
- Problemas en actividades con uso de motricidad fina como: recortar, abrocharse un botón, atarse los zapatos, etc.
- Mezcla a menudo las letras mayúsculas y minúsculas dentro de una palabra o frase sin respetar las reglas gramaticales.
- Se niega a escribir o si lo hace es incapaz de reflejar su potencial por escrito. No es capaz de plasmar sus pensamientos en un papel.
- Tiene problemas para escribir una historia, no sabe organizar el argumento, omite hechos o situaciones importantes, no escribe oraciones completas, etc.
Estos problemas de escritura pueden afectar en gran medida al futuro académico del niño sino se actúa de una forma rápida y se toman las medidas adecuadas. En el caso en el que observe que su hijo o su alumno presenta uno o varios síntomas de los expuestos con anterioridad, debe acudir a un Logopeda Colegiado para que realice la evaluación pertinente y si es necesario, comience su rehabilitación.