La enfermedad de Alzheimer es un proceso neurodegenerativo. Es muy común que el desánimo y la frustración desaliente a los familiares y el propio paciente y crean que son pocas las cosas que se pueden hacer.
Sin embargo, desde el área de la logopedia trabajamos para mantener una calidad de vida óptima y la autonomía de los pacientes durante el mayor tiempo que sea posible, trabajando la memoria, la atención, la cognición, el lenguaje, el habla, la deglución, control de la saliva, etc.
Las personas con Alzheimer normalmente tendrán problemas con las palabras, luchando por recuperar el nombre de su hijo o de su nieto, encontrar el vocabulario adecuado para pedir la cena o expresar cualquier pensamiento o necesidad que tengan. En pocas palabras, tendrán comprometida la capacidad de comunicación. Sin embargo, en muchos casos, este trastorno de habla/comunicación, así como otras alteraciones, no recibe un tratamiento logopédico adecuado por falta de medios o simplemente desinformación.
En estos casos, el objetivo del tratamiento de logopedia en pacientes con Alzheimer no pretende su curación, pero puede retrasar las alteraciones provocadas por la enfermedad y maximizar las capacidades restantes de la persona el mayor tiempo posible. La estimulación cognitiva del lenguaje es una terapia que empleamos para mantener las funciones cognitivas el máximo tiempo posible, y a la vez proporcionar bienestar y calidad de vida. Por este motivo, es muy importante que comencemos el tratamiento logopédico lo antes posible, desde que se tenga la sospecha o el diagnóstico de que se trata de un paciente con Alzheimer u otra Demencia.
Del mismo modo, desde el hogar y entorno familiar, también puede ayudarse al mantenimiento de las capacidades, así como paliar los efectos negativos que la enfermedad tiene en el estado anímico del paciente. Algunas de las recomendaciones que hacemos a los familiares son:
- Captar la atención del sujeto antes de iniciar una conversación, sostener la mirada cuando se hable o escuche y dar tiempo necesario para que contesten.
- Utilizar un lenguaje sencillo con frases cortas, hablar despacio y con claridad.
- Cuando tengan que realizar una tarea compleja, trataremos de descomponerla en pasos más simples que puedan ir cumpliendo.
- Nunca hablar con otras personas sobre nuestro familiar como si no estuviese presente.
- Si nos preguntan repetidamente lo mismo, debemos tener paciencia y responder brevemente con el tono y respeto que merecen.
- No escatimar en gestos cordiales, cariñosos, sonrisas y abrazos. Les infundirá confianza y facilitará la comunicación.
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